Programa de educación vial
La educación vial es un amplio sistema de signos, señales, normas, etc. del que todos los seres humanos somos partícipes, por lo tanto padres, docentes y demás usuarios de las vías de circulación debemos dar el ejemplo de uso para que las nuevas generaciones sigan el mismo modelo.
La educación vial es además un tema de educación cívica ya que ésta, debe fomentarse sobre el civismo, siendo el primer agente educador en el sistema de acción, la familia y posteriormente la escuela.
Por nuestra parte como docentes y engranaje del sistema educativo, podemos provocar situaciones ficticias (ejemplo: circuitos en el patio de simulación) que favorezcan el uso y conocimiento de este medio así como mostrar el marco de conocimientos teóricos que dan sentido al mismo.
La Educación vial presenta una doble finalidad. Por una parte, sensibilizar a los alumnos sobre los riesgos de la circulación y prepararles para que hagan frente a las responsabilidades que tengan como peatones o que adquieran como conductores de vehículos (bicicletas, ciclomotores…).
Por otro lado, ayudarles a tomar conciencia de su responsabilidad en la vida social de manera que puedan contribuir a la mejora de las condiciones de la circulación velando por la propia seguridad y el comportamiento de manera responsable, teniendo en cuenta a los demás usuarios.
Así, se pone de manifiesto que los programas de Educación Vial deberían promover tanto la obtención de los objetivos cognoscitivos (conocimientos adecuados para comportarse de acuerdo con la seguridad vial), como de los objetivos afectivos (actitudes positivas hacia las normas viales y hacia el comportamiento conforme a las mismas).
Educación vial en educación infantil
En el período que comprende la Educación Infantil, el alumno /a hace uso de las vías públicas como peatón o viajero acompañado. Por ello se debe pretender, en esta etapa, fomentar actitudes de conciencia ciudadana y desarrollar en el niño/a hábitos encaminados a la creación del sentido vial.
A estas edades no se puede pretender que los niños /as tengan absoluta claridad sobre todo lo que deben tener en cuenta para tomar decisiones por sí mismos en la calle. De hecho a estas edades es muy común y es correcto que así sea, el que sean permanentemente acompañados cuando transitan por la calle.
Por ello, se hace prioritario el desarrollo de hábitos de observación visual, auditiva, y hábitos psicomotores relacionados con la noción espacial, junto con las necesidades de que el niño/a conozca ciertas normas que regulan el orden social y que aparecen muy lejanas para él, ya que se encuentra en la etapa del egocentrismo y del realismo moral.
No obstante debemos destacar su rol como peatón en zona urbana. Por ello se pueden prevalecer las cuestiones ligadas a circulación por calles y avenidas
Educación vial en educación primaria.
El alumno/a de esta etapa inicia comportamientos, generalmente, como peatón autónomo y, en algunos casos, como conductor de bicicletas.
Por ello, los objetivos de Educación Vial deben tender a que el niño/a tenga por una parte, un mayor conocimiento del entorno físico, en relación con el tráfico, y por otra a que se comporte adecuadamente como peatón, en ciudad o carretera, y como viajero.
Es preciso reforzar y ampliar, sobre todo en el primer ciclo, todos los conocimientos y experiencias vividas en la etapa anterior, pero con más minuciosidad y detalle, y dar paso a ejercicios de mayor dominio del espacio. Se ha de incidir, igualmente, en el conocimiento de la bicicleta y de las señales de tráfico.
De este modo, como Objetivo General nos planteamos:
• Conseguir mediante la educación vial que los alumnos vayan adquiriendo los valores necesarios para comprender el sistema de circulación como: Percepción del riesgo, solidaridad entre usuarios, tolerancia, respeto a la norma y las señales, seguridad vial, responsabilidad, prudencia, defensa del medio ambiente, autonomía, comprensión y diálogo.